Qué es Yoga Nidra?

Siento que la definición que cada persona puede dar sobre Yoga Nidra es algo que va cambiando con el tiempo, conforme la práctica va penetrando en nuestra vida y podemos experimentarla en todo su potencial en el transcurrir del tiempo.

 

Hoy por hoy, puedo contarte que Yoga Nidra es una práctica meditativa que se asienta en las bases de la observación y la auto indagación.

 

Todo -absolutamente todo- lo que sucede durante una sesión de Yoga Nidra nos dá la posibilidad de experimentar el observador interno: esa parte que siempre está presente, asistiendo a cada experiencia, a cada ímput de información, a cada instante de nuestra vida desde un lugar de desapego y ecuanimidad.

 

Desde ese lugar de observador/a, puedes indagar en todos los aspectos que conforman tu vida, tu existencia y tu ser holístico.

Entiendo el ser holístico  como el conjunto de aspectos que nos conforman como seres humanos; aspectos que la tradición del Yoga ha nombrado como cuerpos o envolturas (koshas):  el cuerpo físico, el cuerpo energético, el cuerpo mental y emocional, y el cuerpo causal.

Una sesión completa de Yoga Nidra abarca todos estos aspectos. Para ello, la sesión transcurre a lo largo de diferentes fases, etapas o momentos. La persona que facilita la sesión te va llevando, a través del instrumento de su voz, por cada una de estas fases.

  

Una sesión de Yoga Nidra es siempre una invitación a entrar en la zona de cero stress  y activar el poder regenerativo del descanso profundo y el sueño consciente.

 

 

La zona de Cero Stress: 

 

  • Yoga Nidra es una invitación a experimentarnos en un estado de relajación que, cada vez más, considero como el estado natural del ser humano. A lo largo de toda la sesión y con ayuda de cada una de las fases por las que vamos pasando, vamos ahondando en este estado. Para ello, lo primero que hacemos es invitar a los sentidos a replegarse, de manera de dirigir toda la atención hacia nuestro interior. Me gusta utilizar la metáfora de ventanas hacia el mundo exterior para referirme a los sentidos; así, cuando estas ventanas se cierran, toda la energía utilizada en poner nuestra mirada hacia fuera pude utilizarse en mirar hacia dentro. Esto, para comenzar, realizado de manera atenta y consciente, supone una reducción importantísima de estimulación sensorial, lo que a mi entender a día de hoy supone una de las mayores causas de estrés.
  •  Al entrar en el descanso profundo, todo nuestro organismo entra en un estado de reposo total que permite al sistema nervioso armonizarse y a todas las funciones vitales regenerarse.
  • La invitación constante a lo largo de una sesión de Yoga Nidra a estar en el momento presente, disuelve toda causa de estrés provocada por la anticipación ante el futuro (ansiedad), o el miedo a la repetición del pasado (reactividad).

 

 

El descanso profundo:

 

  • Siento que uno de los mayores daños de nuestra sociedad posmoderna es la hiperactividad imperante en todas las esferas de nuestra vida: es como si los seres humanos del siglo XXI hubiéramos olvidado cómo regirnos por los ciclos naturales presentes en todo lo que está vivo.
  • Cuando observamos la naturaleza podemos comprender cómo todo movimiento, toda actividad, toda fase de productividad, viene seguido de un momento de quietud, pausa, de hacer nada. Un animal sale a cazar, se alimenta, y luego descansa. Una tormenta en alta mar, viene seguida de un periodo de calma chicha. La explosión de florecimiento del verano viene seguida de una estación entera dedicada a soltar y otra dedicada al recogimiento y la quietud.
  • Siento que el descanso profundo es revolucionario porque pone en duda y cuestiona el status quo.  Cuando nos permitimos descansar y convertimos el descanso en una prioridad, estamos dejando de acatar la orden imperante en nuestro sistema de hacer para ser.
  • Cuando hacemos del descanso una prioridad, vamos pelando capas de condicionamiento: nos deshacemos de la culpa por estar descansando en vez de estar haciendo; nos desprendemos de la sensación de estar perdiendo el tiempo: Nos olvidamos de que siempre hay algo más importante que el descanso y sencillamente le damos a nuestro sistema aquello que más necesita en ese momento: descansar. Luego, ésto se va extendiendo a todas las áreas de nuestra vida y comenzamos a estar en ella desde un lugar más auténtico y enraizado a nuestras necesidades, sean cuales sean a cada momento.

El sueño consciente:

 

  • Yoga Nidra, que muchas veces se traduce como el sueño del yogui,  sueño del yoga, o el yoga de los sueños, es una invitación a adentrarnos en el espacio rico e infinito de nuestra consciencia. Durante la práctica, la invitación es a entrar en una zona intermedia entre el sueño y la vigilia: tu cuerpo está profundamente relajado, tan relajado como en el sueño más reparador, y tu consciencia está despierta, atenta, observando todo lo que acontece.
  • Cuando nos adentramos en este lugar intermedio entre el sueño y la vigilia podemos asistir a estados ampliados de consciencia con experiencias enriquecedoras para nuestra vida y evolución. Es usual que durante la práctica aparezcan imágenes y sensaciones similares a las que se presentan en los sueños nocturnos. Desde el estado de consciencia plena podemos observarlos y tomar de ellos aquello que es significativo para nuestra vida.
 
 
 

Una sesión de Yoga Nidra es siempre un viaje con destino a tu interior

con una invitación muy clara: a que cambies del hacer al ser y del pensar al sentir.

 

 

En Yoga Nidra no necesitas hacer nada: todo va sucediendo por sí mismo:

 

  • A lo largo de la sesión te mantienes en total quietud, dejando que el cuerpo sea y estando presente en él. Tus músculos pueden soltarse absoluta y completamente en la postura, entregándose al descanso y la relajación.
  • Siguiendo las pautas que te van siendo facilitadas, sueltas el hacer algo, para observar aquello que sucede a cada momento, esto es para ser en el momento presente.
  • Lo que necesita emerger  y ser presentado a la consciencia, lo hace. Por ello es usual que durante una sesión de Yoga Nidra sucedan revelaciones, entendimientos, recuerdos, momentos ahá, soluciones a situaciones prácticas, laborales, creativas, etc.

Durante una sesión de Yoga Nidra la invitación es a dejar el pensamiento, para entregarte a la sensación sentida:

 

  • La mente estará siempre haciendo lo que sabe hacer, llevando a cabo su función esencial: producir pensamientos. Durante la sesión de Yoga Nidra no buscamos negar o suprimir los pensamientos, sino estar presentes en ellos cuando aparecen. Sin embargo, la invitación es a desidentificarnos de ellos, soltarlos, dejarlos seguir su rumbo, como nubes en el cielo.
  • Cada pensamiento que aparece durante una sesión es algo más a indagar desde la consciencia testigo, desde tu observador/a ecuánime y desapegado/a.
  • A medida que la sesión te va llevando por los diferentes aspectos que te conforman (envolturas, cuerpo, koshas), la invitación es a sentir todas y cada una de las sensaciones que se van despertando o volviendo conscientes.
 

Yoga Nidra es siempre una invitación a salir del tiempo lineal (Cronos) y experimentarnos en el tiempo en espiral (Kairos).

 

 

  • Algo bastante usual tras una sesión de 40 minutos es que las personas digan cosas como “se me pasó volando”, “diría que estuvimos 15 minutos”…El tiempo lineal, cronológico, desaparece, se disuelve, pierde supremacía. La invitación de la práctica a estar en el momento presente solo es posible desde el estar en el tiempo sin tiempo, el tiempo Kairos: circular, en espiral, cíclico, eterno, infinito.
  • El espacio habitado durante la práctica es el espacio de las posibilidades infinitas: donde coexisten todas las posibilidades, donde todo lo pasado, presente y futuro se funden en un solo instante presente continuo. Un espacio que contiene todas las posibilidades de experiencia; un espacio en el cual podemos renovarnos, regenerarnos y del que podemos tomar aquello que sea más adecuado para nuestra vida a cada momento.

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